martes, 20 de septiembre de 2011

ESTIMULANDO AL BEBÉ DE 0 A 3 MESES

En esta primera etapa, tras el nacimiento, el cerebro del niño esta  aún inmaduro y a pesar de que solo sea capaz de hacer unas pocas cosas por si mismo es un momento crucial para prepararlo para la estimulación.

Durante los primeros meses de vida el cerebro de tu bebé esta comenzando a formarse y crea sus conexiones primarias. el control que efectúa el cerebro sobre el cuerpo se produce de forma gradual y comienza desde la cabeza (rostro, cuello, hombros) hacia abajo, pasando por las extremidades superiores y luego las inferiores. En esta fase inicial, toda estimulación que desarolle el sentido visual, auditivo y motor le ayuda a manejar la totalidad de su cuerpo con mayor facilidad.

La estimulación motriz temprana facilita el desarrollo de músculos y la coordinación. de modo que el bebé aprende a caminar. Tras nacer, el bebé mueve instintivamente las piernas cuando colocamos la planta de los pies sobre el suelo, esta practica no debe abandonarse, puesto que es un reflejo que puede perderse progresivamente.
Hacia las seis semanas, se inicia el pataleo, sobretodo si el bebé esta tendido, movimiento que coordina con la respiración. En este periodo ademas, el bebé trata de erguir su cabeza poco a poco, aunque todavía no puede sostenerse sobre la espalda y se encorva. No es hasta los tres meses de edad, cuando puede levantar su cabeza y flexionar sus rodillas, la espalda es entonces mas firme y permanece alrededor de 10 minutos sentado.
Es bueno mantenerlo tumbado boca a bajo mientras el bebé está despierto, de esta manera se moverá mas fácilmente, o bien, colocarlo sentado sobre un cojín para que comience a mirar a  su alrededor.

Para estimularlo podemos utilizar pelotitas de colores o juguetes pequeños y sostenerlos a unos 35 cm frente a los ojos del bebé mientras lo movemos de un lado a otro. Hacerle guiños, llamarlo por su nombre, hablarle y cantarle ayuda a su crecimiento y al temprano reconocimiento exterior, les da mayor seguridad y estrecha lazos emocionales entre los padres y el bebé.

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